martes, 2 de septiembre de 2008

Juventud, Divino, Tesoro

Un angel una vez bajo del cielo.
Tenia cinco años o seis y me pinto una sonrisa en la pared.
Un angel en remera, que me hizo reir.
Como los buenos angeles, se supo perder entre la gente, apareciendo cuando lo necesitaba.
De formas que no se pueden explicar, y que no se van a entender.
Subio quizas, y volvio a bajar con una luz entre las manos.
La luz era para mi, y era su corazon.
Suertudo entonces yo, que tengo del angel su corazon

1 comentario:

Gu dijo...

Guau...una de las cosas mas lindas que me regalaron...
Que puedo decirte Luciano Benjamin que no sepas?
Siempre voy a estar para vos...como lo estuve todo este tiempo...
En fin...
Te amo amigo!